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L a P e d r @ d a

Cultura

El objetivo último de todo este esfuerzo es transformar, mejorar al hombre

Una reflexión sobre la cultura y el ocio en Cuba

Alpidio Alonso


Intervención de Alpidio Alonso, presidente nacional de la Asociación Hermanos Saíz, durante la sesión plenaria del VIII Congreso de la UJC

Querido Raúl:

Queridos compañeros:

Fidel nos ha dicho, que el socialismo cubano tenemos que hacerlo sin urna de cristal, a la intemperie, al descampado de una interacción con el resto del mundo. Y nos ha dicho que la cultura es el único antídoto frente a la penetración mortal del capitalismo. Con esa óptica cultural, de verdadera profundización en los conocimientos y la preparación de nuestra gente, nos ha convocado a luchar. Nos ha expresado que una Revolución solo puede ser hija de la cultura y de las ideas, y sobre esa base, se han erigido muchas de las realizaciones concretas de esta gran Batalla. Como bien ha recalcado él, no han sido solo conceptos, principios, teoría, réplicas y contrarréplicas, sino hechos, cosas palpables que se revierten en beneficio de la juventud y del pueblo, y que sustentan esas ideas, las reafirman.

Pues de eso se trata: pienso que con ese mismo espíritu debemos enfocar el tiempo libre de nuestros jóvenes. Yo diría que muchas de las cosas que tenemos logradas dentro de la Batalla de Ideas, tributan a un uso más culto del tiempo libre y a pensar la recreación de un modo diferente, sin condescender a estereotipos que la reducen a la discoteca o a la pipa de cerveza.

Es obvio, que si convenimos en considerar a la escuela como la primera y más importante institución cultural, las transformaciones y beneficios que vive esta, se revertirán también más allá de ella, con lo que sus estudiantes habrán aprendido y crecido allí. Es decir, que en el orden estratégico todo comienza allí, y de ahí también entonces, la importancia que vienen a jugar los instructores de arte en esos centros, en la elevación de los niveles de apreciación estética de los niños y jóvenes y en la orientación del gusto estético, de sus modos de participación y recepción del hecho artístico. El instructor viene a ser entonces un orientador, un verdadero animador cultural, un promotor de lo mejor del arte y la cultura universal, atento a la vida cultural de su entorno, de su territorio, y también a lo que se transmite por la radio y la televisión. En ese camino, su trabajo entronca con la creación de una nueva ética, de una nueva actitud.

A ese trabajo en la escuela, se suma la labor de otros importantísimos programas que tienen en el fondo un sentido profundamente cultural, y que lógicamente tributan a una transformación de nuestros conceptos de recreación y abren un espectro de posibilidades en el uso del tiempo libre. Por solo mencionar algunos, hablaría de las Ferias del Libro, del Plan de Publicaciones Territoriales, del desarrollo de la enseñanza artística, de las Bibliotecas Familiares y Populares, de los Talleres Vocacionales de Ballet, de los Videos Club Juveniles, del desarrollo de las bandas municipales, de la ampliación y reapertura de Museo de Bellas Artes, y, muy importante, de la creación de los dos nuevos canales educativos en la Televisión Cubana, así como de espacios como Universidad para Todos y la Mesa Redonda, que hacen una importantísima contribución también a este propósito.

Es decir, aquí no se ha estado cruzado de brazos, y en el orden estratégico se está yendo a la raíz, que es ir a la escuela y empezar desde los primeros años a formar un gusto por lo cultural, por lo verdaderamente valioso desde el punto de vista artístico.

¿Y todo esto por qué? Pues por dos razones: la primera, porque al ser humano le gusta reírse, cantar, divertirse, bailar, ser feliz. Al cubano le gusta ir al cine, o al teatro, o al campismo, o al estadio, o al cabaret, o necesita ir a la galería, al museo o a la playa, o prefiere escuchar música, o compartir entre amigos, o disfrutar leyendo un libro. Eso forma parte de las necesidades de todos los seres humanos y, en buena medida, definen la calidad de vida de este en una sociedad, al tiempo que constituye un importantísimo índice para validar su verdadero acceso a la democracia.

Y la segunda razón, es porque, en una guerra a muerte contra el capitalismo, con un enemigo que nos odia y que es rico, poderosísimo, con recursos que le permiten enmascarar toda su diabólica maquinaria de explotación y presentar incluso la guerra como un espectáculo; que tiene tecnología y dinero para lucir atractivo, moderno, seductor, y entablar en ese orden, una rivalidad desigual y criminal con nosotros, habría que ser tonto para no darnos cuenta que también ahí nos estamos jugando la Revolución.

Y es justamente ello lo que me lleva a esta reflexión. Pareciera que quienes estamos responsabilizados con esto no tuviéramos suficiente conciencia de que tenemos que terminar de ponernos de acuerdo. Que para luego es tarde. Que frente al imperio rico e implacable, nuestro recurso más importante sigue siendo la unidad: la unidad que convoque a nuestra inteligencia, nuestra creatividad, nuestro talento, nuestra voluntad de vencer.

Acabemos de entender, sí, que esos jóvenes que en las noches llenan los parques de nuestras cabeceras de provincias y municipios, sin un sitio a donde ir, son también nuestro problema. Que nuestra creatividad tiene que funcionar no solo en el verano, sino los 12 meses del año. Que tenemos el deber de sintonizarnos con los jóvenes, con los gustos de nuestros jóvenes, también para transformarlos.

Dejemos a un lado al triunfalismo; el triunfalismo no es revolucionario, no ayuda, porque no nos deja ver nuestros defectos y nos impide superarnos.

Revisemos entonces el funcionamiento de nuestras Comisiones de Recreación. Borremos esquemas y concibamos la recreación con un criterio más amplio, sin reducirlo a la programación cultural que puedan ofrecer solamente las instituciones del Ministerio de Cultura.

Sin ánimo de patetismo alguno, sino tratando de graficar lo que sin dudas es un síntoma, contrastante con todo lo que ya son avances indiscutibles en la formación de nuestros jóvenes, preguntémonos por qué hoy es tan recurrente que nuestras jóvenes (incluso excelentes estudiantes), al cumplir 15 años prefieran como regalo de cumpleaños un video casero, en el que por obra y gracia de la más absoluta mediocridad, aparecen doblando a Olga Tañón, o Cristina Aguilera, o abrazadas —en patético romance— a David Bisbal o a Leonardo Di Caprio en la cubierta del Titanic.

O ¿por qué, a esta altura de la Revolución educacional y cultural del país, es creciente el número de personas que consumen novelitas de Corín Tellado o entran en el circuito clandestino de alquileres de antenas y cables que a la vista de todos han ido proliferando, extendiendo el consumo de películas, novelas mexicanas y programas made in Miami del peor gusto?

Semejantes patrones de gusto no nacen de la nada, se conforman obedeciendo a causas que, en el caso de Cuba, son múltiples y de distinta naturaleza, y que, por ello mismo, su solución nos concierne a todos: a artistas e instituciones culturales, a organizaciones de creadores, a estructuras administrativas y dirigentes. Al INDER, el Campismo, el Turismo y la Gastronomía. A organizaciones políticas y de masas, a la escuela y la familia. Y, por supuesto, a los medios de difusión: la prensa plana, la radio y la televisión.

No tenemos otro camino que el de buscar la unidad en el esfuerzo de todos. La verdad no la tiene nadie en particular y por ello es imprescindible colegiar criterios, ofrecer soluciones y experiencias, abrirse a la cooperatividad con conciencia de que es bien serio "el juego en que andamos".

Particularmente los medios, y en especial la radio y la televisión, tienen una responsabilidad mayúscula en este empeño; por su alcance y credibilidad entre los cubanos, y por su capacidad para fijar paradigmas y referencias.

Ojo entonces, con la permisibilidad al facilismo y a la chabacanería en nuestros programas estelares. Ojo con tanto karaoke, que es ya la sublimación del ridículo, con tanto chisme farandulero en pantalla, con tanto viaje al extranjero y tanto triunfo pregonado, con tanto reggeaton lamentable, con tanta agrupación de segunda y tercera categoría, con tanto tatuaje y tanta cadena de oro, y tanto lujo extravagante, y tanta Operación Triunfo, y tanta frivolidad y superficialidad a seis pisos del cubano de a pie.

La misma televisión que no tiene ni un solo anuncio comercial, la misma que ha diseñado una excelente presentación de nuestra Serie Nacional de Béisbol y de nuestra programación deportiva, la misma de los programas de Torres Cuevas o de la programación educativa, no puede seguir siendo rehén de un criterio que subordina el rigor y la calidad de los programas estelares a lo que se dice, gusta y pide la gente.

Y no es que seamos apocalípticos ni hipercríticos con la televisión, sino que tenemos el deber de denunciar y criticar modelos y conductas muy dañinos que, con mayor o menor responsabilidad, desde allí se promueve.

No seamos ingenuos: ellos, allá, desde el poder despiadado y el dinero, con todos sus canales y satélites, con sus películas y sus anuncios de neón, nos dicen qué color debemos usar, qué cantantes debemos escuchar, qué película debemos ver, qué noticia debemos creer, qué marca de zapatos debemos usar. Ellos deciden la altura de nuestros tacones, y nos dicen cómo debemos lucir el pantalón: si subírnoslo hasta el ombligo o bajárnoslo hasta la cadera, si de corte más tubo o más campana. Y nosotros, como si de verdad ellos hubieran inventado la varita del gusto, nos juzgamos cheos o gente con swing, de acuerdo con lo que ya de antemano, ellos, sin consultarnos ni tomarnos en cuenta, predeterminaron que debía ser. Ellos ordenan, y nosotros, obedientes e ingenuos, les hacemos el juego.

Y lo que realmente complejiza todo esto, es que uno percibe que tenemos dentro del país una determinada capa social que reproduce este modelo y proyecta esa especie de cultura CUPET como símbolo de éxito hacia un entorno ávido de opciones, al que nuestros desatinos mediáticos, muchas veces no logran prevenir.

En dos palabras, compañeros: hablamos y hablamos criticando la globalización seudo cultural y su modelo banalizador y enajenante, y, sin embargo, no nos damos cuenta de que muchas veces somos nosotros mismos los portadores y transmisores de ese germen que desmedula y daña lo mejor de los valores que estamos cultivando. En el afán de ayudar, incluso, y de ampliar las opciones de recreación, improvisamos, y la chapucería nos lleva a terminarle el trabajito a nuestros "amiguitos" de Miami.

Tenemos, sí, muchísimo que hacer. Pero con el ejemplo fidelista y martiano que nos convoca a ser creativos en todo, y no copiar mecánicamente fórmulas que no están hechas para nosotros, y que desde hace rato debimos haber superado.

No hay que creer que para divertirse hay que desmontar la máquina de la inteligencia. No hay que condescender al criterio que por años nos han hecho creer, en virtud de su poder y su propaganda, de que ellos son los dueños de lo divertido, lo desconectante, la abundancia, el placer y la seducción. El capitalismo es cruel y enajenante, y su modelo asociado al dinero, al vicio, a la violencia, a la pornografía, a la droga, a la prostitución, no tiene nada que hacer entre nosotros.

Nadie como Cuba, está en condiciones de aportar a la satisfacción y la felicidad de sus jóvenes mediante un modelo de recreación nuevo, diferente, creador, que ponga la cultura en el centro de ese proyecto.

No tenemos necesidad de salir a buscar ídolos a otra parte: aquí nos sobran. Explotemos entonces esa fortaleza creada por la Revolución y potenciemos no la idolatría, ni el fanatismo, pero sí la admiración sincera —que es una fuerza revolucionaria— hacia nuestras grandes figuras del deporte, de la cultura, de la ciencia. Acabemos de una vez de empatar a nuestros medios con esa vanguardia.

Aprovechemos esa cantera en nuestro trabajo político ideológico. Apropiémonos de lo que la Revolución ha creado y hagámonos más convincentes a base de esos argumentos. No dilapidemos esa cantera que son nuestras propias conquistas, para nuestro trabajo político: nada necesitamos copiar de ellos para convocar y convencer. Todo lo contrario.

Con Raúl, soy de los que piensa que ¡sí se puede! Y si algo lo prueba, es precisamente lo que hemos hecho.

Hay una frase de Fidel, muy sencilla, que debiéramos difundir mejor: ¿Habrá un placer mayor que leer?, nos decía él.

Es decir, la lectura asumida no solo como fuente de conocimientos y de información, sino al mismo tiempo, como fuente de placer. A eso tenemos que aspirar, a que leer llegue a ser una fuente de placer que se masifique; y, por esa vía, a que nuestras formas de recreación y de uso del tiempo libre, no tengan que renunciar a lo elevado, y a lo realmente alto y creador, para lograr atractivo y placer.

Por eso hablar de la música en sus diferentes modos de disfrutarla: respondámonos con sinceridad si conocemos realmente los lugares adonde van nuestros jóvenes
—sobre todo, los fines de semana— a oír música y bailar. Tendremos tristemente que decirnos que las ofertas que no son en divisa, escasean casi hasta lo inexistente —sobre todo en la capital— y que la responsabilidad de convocatoria y de la calidad de la música que allí se pone, se la hemos dejado a un DJ que se despacha a su antojo no solo los dólares que cobra por ese servicio, sino también amplificando a todo volumen —con el consentimiento de todo el mundo— un producto que nadie controla, generalmente de muy baja calidad estética, pero que ya tuvo previamente su debut y su apoteosis en los medios.

Y así, ocurre una retroalimentación mutua, que pasa, además, por el casi exclusivo consumo de la música pirata que se vende en diferentes puntos a 45 y 50 pesos el disco grabado, sin que logremos una real contrapartida en ese mercado que, por supuesto, masifica y difunde lo peor, y que tiene precisamente en los medios —fundamentalmente en la radio— su principal vocero y promotor.

No abogamos aquí por el aburrimiento, ni el elitismo, y mucho menos venimos a alentar el síndrome de la prohibición. Todo lo contrario. Nuestro llamado va dirigido a no descuidar un flanco tan importante en nuestro trabajo de relación con nuestros jóvenes, y a generar opciones diversas, de distinta naturaleza, pero sin hacer concesiones en la calidad. Este, que desde una mirada superficial, pareciera un tema ajeno y sin mucha importancia, tiene no solo un eje económico y financiero imprescindible, sino también otro, de carácter ideológico, que no podemos soslayar ni subestimar.

Necesitamos de una diversidad cultural, donde, sin dar bandazos, la calidad no siga siendo lo alternativo: la canción inteligente, la nueva trova y la nueva canción en general, que constituyen cosecha pura del trabajo cultural en el período revolucionario, están prácticamente desaparecidas de nuestros medios y casi sin espacio para su disfrute en otros lugares; y aún, en la difusión de la música bailable por la radio y la TV, uno siente que ha habido un retroceso.

Cuba cuenta, como pocos países, con una música que la distingue y que le gusta a nuestra gente. Hay en ella una invaluable fuerza de alegría, de convocatoria, de cohesión y de reafirmación identitaria. Aprovechemos esa patria profunda de nuestra música y de nuestra cultura, en función de lo que realmente queremos para nuestros jóvenes.

La alegría, el verdadero disfrute, el goce y la plenitud espiritual, la verdadera fiesta de la libertad, solo pueden ser patrimonio del socialismo. Solo el socialismo puede aspirar a esto, porque solo el socialismo se centra en el hombre, en desarrollar y potenciar lo mejor de él; solo al socialismo le importa realmente transformar, mejorar, educar al hombre.

Pasemos entonces a la ofensiva y desatemos nuestra creatividad e inteligencia, sin olvidar que estamos en un combate y que hay, en ese campo de batalla, quien quiere robarnos la iniciativa y minar nuestra credibilidad, quien quiere desmovilizarnos y desacreditarnos en nuestra capacidad para conseguir una plena felicidad.

Por eso, vale la pena traer aquí, aquellos versos del poeta —recuperados, por cierto, al calor de esta Batalla— tallados, con mucha sabiduría, en el ébano duro de su voz:

...Al diente de la serpiente...

...Al veneno y al puñal.

Cierra la muralla.

O aquella frase del Che, cortante, tajante, definitiva, que en muy pocas palabras expresa todo lo que yo hubiera querido decir:

...Al imperialismo..., ni un tantico así.

Gigantes de la música cubana ofrecerán recital en Venezuela

Gigantes de la música cubana ofrecerán recital en Venezuela Cubadebate


CARACAS, Jul 28 (AFP) - Buena Vista Social Club, el cantautor Silvio Rodríguez y el sonero Ibrahím Ferrer y otros gigantes de la música cubana ofrecerán el domingo en Caracas un concierto en honor al presidente Hugo Chávez, a catorce días de un referendo que decidirá la continuidad del gobernante.



Los músicos compartirán escenario con la mítica banda Orquesta Aragóny el salsero puertorriqueño Andy Montañez en el Paseo Los Próceres, en el suroeste de la capital, reseñaron este miércoles diarios caraqueños.



El concierto, llamado "Voces de la Unidad", celebrará los 200 programas del programa radiotelevisado "Aló, Presidente" que conduce semanalmente Chávez cada domingo.



"Este será un concierto fabuloso y estruendoso para celebrar muchas cosas que han pasado, que están pasando y que pasarán", puntualizó Chávez el pasado domingo.



El recital concidirá con el arranque de las movilizaciones de calles anunciadas por el oficialismo de cara a la celebración del referendo.



Los músicos cubanos estarán acompañados por las bandas venezolanas de música salsa Dimensión Latina y el Grupo Madera, así como la cantante Lilia Vera, acotó el ministerio de Información venezolano.



Para revocar el mandato de Chávez, la oposición necesita unos 3,8 millones de votos por el "Sí" en el referendo, que el mandatario no obtenga más votos que la oposición y que acuda a votar por lo menos el 25% de los electores

La libanesa Nadia Al-Jurdi Nouaihed y la Casa de las Américas de Cuba reciben el premio Simón Bolívar

La libanesa Nadia Al-Jurdi Nouaihed y la Casa de las Américas de Cuba reciben el premio Simón Bolívar Rebelión

París, 20 de julio - La escritora libanesa Nadia Al-Jurdi Nouaihed y la institución cultural cubana Casa de las Américas recibirán el próximo miércoles 21 de julio (Sala II, 19h00) el Premio Simón Bolívar 2002-2003, que otorga la UNESCO en colaboración con el gobierno de Venezuela.

La escritora y el presidente de la Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, galardonados ex aequo por un jurado internacional, recibirán el premio (dotado con 25.000 dólares), de manos del Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, acompañado por el canciller venezolano Jesús Arnaldo Pérez.

Nadia Al-Jurdi Nouaihed, nacida en Choueifat (Líbano) en 1929, vivió diez años en Venezuela. Autora de libros como Nisaa min Biladi (Mujeres de mi Patria), o Kalimat min Zahab (Palabras de Oro), es además especialista en la obra del prócer venezolano, cuya personalidad dio a conocer al público arabófono en su obra Al Muharer Simon Bolivar (El Libertador Simón Bolívar), publicado en 1994.

La Casa de las Américas, fundada en La Habana en 1959, divulga la labor de escritores, dramaturgos, artistas plásticos, músicos y estudiosos de la literatura y las artes de todo el mundo. Desde 1960, publica una revista institucional, llamada también Casa de las Américas, que se considera una de las más prestigiosas publicaciones culturales en lengua española.

El Premio Internacional Simón Bolívar tiene por objeto recompensar una actividad particularmente meritoria que, de conformidad con el espíritu de Simón Bolívar, haya contribuido a la libertad, la independencia y la dignidad de los pueblos o al fortalecimiento de la solidaridad entre las naciones. Esa actividad puede consistir en una creación intelectual o artística, una realización social o una acción de motivación de la opinión pública.

Encuentro Nacional de Grabado 2004. Exposición Cita con los Angeles

Encuentro Nacional de Grabado 2004. Exposición Cita con los Angeles Discurso de Ricardo Alarcón de Quesada

Rebelión
Día 8 de julio 2004. Lugar: Memorial José Martí


La barbarie conmovió a todos. Imágenes atroces repetidas sin cesar desbordaron la ira y el pavor. Vi caer las Torres en tiempo real desde una capital africana donde el edificio más alto no tiene cuatro pisos, y para cuya gente la gran urbe y sus rascacielos es la engañosa figuración de un mundo inalcanzable.

Allá también encontré un dolor unánime, sin fisuras. Nunca antes hubo semejante expresión de solidaridad humana. El llanto y la rabia fluyeron incontenibles, lloraron y maldijeron en todas las lenguas millones de personas para las cuales Manhattan no era sino un sueño ajeno, soñado por otros. Desde aquel día la Ciudad ya no es más una ilusión inasible y abstracta. La angustia compartida, el amor multiplicado, provocó la gran revelación. Ahora también nos pertenece. Desde el martes terrible todos somos neoyorquinos.

Fue honda la pena entre los cubanos. Nos hirió profundamente el crimen brutal, sufrimos junto a las víctimas como si el ataque hubiera sido contra nosotros. Una amarga y prolongada historia que aún continúa ha obligado a tres generaciones en este país a resistir el terrorismo y a vivir bajo su constante amenaza. Muchas vidas, mucha destrucción, mucha tristeza han causado a nuestro pueblo acciones terroristas que han contado siempre, desde hace ya 45 años y hasta hoy, con una complicidad que debería provocar escándalo. Que algunos puedan gozar de total impunidad para sus fechorías contra Cuba es una afrenta a los que perecieron el 11 de septiembre de 2001. Insulta a su memoria que aún padezcan injusta y cruel prisión en Estados Unidos, cinco jóvenes cubanos acusados de oponerse a crímenes que desde allá se anuncian cada día.

Los cubanos sentimos aquella mañana una congoja especial porque hubiéramos querido ayudar más, mucho más de lo que la enemistad artificial y la hostilidad que se nos impone hacían posible. Es cierto que Cuba fue la primera en condenar, sin vacilar, la incalificable matanza y ofreció de inmediato sus aeropuertos a las aeronaves que en aquellas circunstancias no podían aterrizar en suelo norteamericano, actitud que, por cierto, nunca fue reconocida por Washington. Es cierto que los artistas cubanos que allá estaban, en una rara excepción a la sistemática prohibición de sus visitas, enseguida donaron su sangre para ayudar a los heridos.

Hubiéramos querido hacer mucho más.

Proclamamos entonces y creemos todavía en la posibilidad de unir a toda la Humanidad en un gran frente para erradicar el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, quienquiera sea el que lo promueva, en cualquier lugar, sea el que fuere su víctima

Sólo así, verdaderamente, se honrará a quienes fueron inmolados. No se les hace justicia multiplicando la violencia ciega, la muerte y el terror. Usarlos con torpe malicia para desatar guerras injustas e insensatas equivale a repetir el horror. Provocar de ese modo, deliberadamente, una brecha en la solidaridad universal y colocar a Estados Unidos contra otros pueblos es un desatino imperdonable.

Es urgente convocar a los ángeles. Que acudan presurosos para que el amor prevalezca sobre el espanto. A los ángeles hay que hablarles en su propio idioma, el de la creación. Ese es el propósito de esta exposición. Es la obra de 41 artistas cubanos que trabajaron directamente sobre litografías del artista gráfico norteamericano Gunars Prande a partir de las fotografías del también norteamericano Richard Falco tomadas en medio de la tragedia. Es un hermoso ejemplo de colaboración directa entre artistas de ambos países y entre la Escuela de Artes Visuales de Nueva York y el Taller Experimental de Gráfica de La Habana. El fruto de ese esfuerzo ciertamente hará historia. Ojalá no sea éste el último proyecto conjunto entre los creadores de ambos países como desgraciadamente sería si se mantienen las nuevas restricciones que prácticamente impiden los vínculos futuros. Nuestros artistas cada uno desde su propia visión, con interpretaciones absolutamente libres, levantan otra vez las Torres erigidas ahora en símbolos del abrazo fraterno y de la fuerza incontrastable del humanismo y la cultura. Es también un mensaje de paz y de sincera amistad hacia New York y el pueblo de Estados Unidos. Construidas con amor esas Torres nada ni nadie las podrá destruir.

Universidad de La Habana entrega Honoris Causa a historiador norteamericano

AIN
2004-06-24


La Habana 24 jun (AIN) El prestigioso historiador, ensayista y dramaturgo norteamericano Howard Zinn recibió hoy el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana (UH).



Los miembros del Buró Político Ricardo Alarcón y Abel Prieto, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y ministro de Cultura, respectivamente, presidieron el homenaje, junto a Juan Vela Valdés, rector del centro de altos estudios.



La Universidad de la Habana representa el ideal de la educación gratuita para todos hasta el nivel universitario, algo que en mi propio país no ha sido posible concretar, expresó Zinn, al agradecer el agasajo.



Agregó que los centros de educación superior contribuyen al desarrollo del pensamiento independiente, y reafirmó su compromiso de trabajar en pro del mejoramiento de las relaciones bilaterales entre su país y la Isla.



Es necesario persuadir al gobierno estadounidense de que la amistad entre los pueblos de ambas naciones es importante para cubanos y norteamericanos, añadió.



Howard Zinn, considerado uno de los principales académicos radicales de Estados Unidos, es célebre por su postura antibelicista, puesta de manifiesto en épocas de conflictos armados como los de Viet Nam, Nicaragua, Kosovo y, más recientemente, Afganistán e Iraq.



Profesor Emérito de Ciencias Políticas de la Universidad de Boston, combina su actividad docente con la investigación histórica, el ensayo, y las luchas por la defensa de los derechos civiles de negros, mujeres y desposeídos.



El reconocido intelectual izquierdista realiza por estos días una segunda visita a Cuba, para asistir a la puesta en escena de su monólogo intitulado Marx en Soho, y a la presentación del libro La otra historia de los Estados Unidos, también de autoría propia.

¡QUÉ HERMOSA PELÍCULA CHE...¡

¡QUÉ HERMOSA PELÍCULA CHE...¡ Arleen Rodríguez Derivet
2004-06-16



"Diarios en motocicleta", la película sobre el Che Guevara que produjo el norteamericano Robert Redford, dirigió el brasileño Walter Salles y protagonizan el mexicano Gael García Bernal, el argentino Rodrigo de la Serna y una larga lista de suramericanos de origen diverso, ha tocado el corazón de los cubanos.



El estreno público fue en Santa Clara, conocida como la ciudad cubana del Che, el mismo día (14 de junio) de su 76 cumpleaños. Según la prensa asistente, la cinta fue recibida con una "marea de devoción y respeto y una estremecedora ovación."



Algo similar ocurrió la noche siguiente, primero entre los cinco mil o más espectadores reunidos en el megateatro Karl Marx y media hora más tarde entre los invitados al cine Chaplin, la mayoría artistas e intelectuales que, puestos de pie, ovacionaron a los realizadores durante varios minutos.



En el elogio de la presentación, Enrique Ubieta, director de la Cinemateca de Cuba definió la película de Salles como "un geunino acontecimiento cultural" y anunció que las escasas copias disponibles podrán verse en el céntrico cine Yara de la capital y progresivamente en salas del interior del país. "Es (el filme) un viaje que yo recomiendo especialmente a los jóvenes de cualquier edad. Un viaje para el reencuentro de identidades y filiaciones".



Minutos antes habían hablado al público el director, los actores principales y Alberto Granado y Aleida Guevara, hija del Che. De los cinco breves discursos, honestos y conmovedores como la vida misma del Che, brotó una suerte de mágica y suave imantación. El resto lo pusieron el arte y algunos textos inolvidables, como el brindis del Che por su cumpleaños en un leprosorio peruano, donde advierte el absurdo de separar en nacionalidades a los que nacemos al sur del Rio Grande o las palabras del niño cuzqueño que distingue las piedras de los templos incas de las otras, esas que luego pusieron "los incapaces" conquistadores.



La mayoría de los espectadores conocemos el libro que inspiró la película y sabemos que no hay sobresaltos en la historia, cuyos derechos Redford pidió a la familia Guevara. Conocemos de los tres años que pasó Salles imaginando su película y hasta del cambio que operó en los jóvenes intérpretes el acercamiento a un trozo de esta historia de dos jóvenes argentinos en busca de su América.



Todo estaba adelantado...y sin embargo la obra de arte hizo el milagro de la emoción racional. Como si otra vez comenzara el ICAIC y allí en el Chaplin sonara su Grupo de Experimentación Sonora. Como si esperáramos expectantes el Noticiero Latinoamericano de Santiago Álvarez y una película cubana que promete ser un clásico en la historia del cine contemporáneo.



Como si nada hubiese cambiado, a pesar de cambiar tanto, en todo el tiempo que va desde la ruta del Che y Granado hasta la de Gael y Rodrigo. Como si despertáramos de nuevo a la necesidad de un cine que nos sacuda, nos estremezca y nos diga que la suerte de América Latina es la misma o peor que hace cinco décadas.

"Qué hermosa película Che", dice con ánimo de batalla una amiga argentina que asiste al estreno y resume en su expresión el talante a la vez feliz e inconforme de los que aplaudieron el filme hasta dolerle las manos.

Esta película es el monumento hermoso que hace tiempo merecía el Che. Y no podía ser sino obra de un montón de apasionados artistas latinoamericanos, devolviéndonos a la reflexión desde el dolor de una realidad tan profundamente dura y tan sensiblemente nuestra como la mirada de la gente común que sigue esperando justicia desde todas fotos tomadas ahora mismo por Walter Salles, aunque parezcan hechas por los viajeros de hace 51 años.

Michael Moore apunta contra Tony Blair en su nuevo filme

El Mundo

LONDRES.- El controvertido realizador estadounidense Michael Moore, autor de los documentales Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11, en los que critica con ironía a algunos sectores de la sociedad estadounidense y al propio George W. Bush, proyecta hacer próximamente un documental sobre la actuación del primer ministro británico, Tony Blair, en la Guerra de Irak.

En una entrevista concedida recientemente y recogida por la cadena británica BBC, el director de cine asegura que Blair tiene «más responsabilidad en esta Guerra de Irak que el propio George W. Bush. Blair lo sabe mejor. El no es un idiota», indicó, por lo que mostró su deseo de convertirlo en protagonista de una de sus obras, según informa Europa Press.

La película documental Fahrenheit 9/11, que será estrenada el día 25 en Estados Unidos, le valió a Michael Moore la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes. En ella, el realizador establece vínculos entre la familia Bush y Osama bin Laden.

Aclaman en EEUU la película Fahrenheit 9/11

Aclaman en EEUU la película Fahrenheit 9/11 Periodista Digital
2004-06-10

En la foto: M. Moore es detenido a la entrada de la embajada de Arabia Saudita en el rodaje de la película


Después de que una audiencia de más de 600 personas que se encontraban en el Teatro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas recibiera a la película con aplausos, silbidos y risas durante las dos horas de duración del filme, muchos se levantaron de sus asientos para dar una ovación a Michael Moore mientras éste salía al escenario.

Claramente animado por la recepción, Moore -cuya película es una crítica mordaz y una burla del presidente estadounidense George W. Bush- declaró: "Se ha producido un cambio en este país... El estadounidense medio está, por fin, empezando a darse cuenta. Fuimos engañados (al invadir Irak)".

Los republicanos se han quejado, dicen que la película es "injusta", alegan que tiene motivaciones políticas y creen que todo es un montaje destinado a influir en las eleccione spresidenciales d enoviembre. Moore no niega nada..

"Fahrenheit 9/11", un duro ataque contra un presidente estadounidense que es muy impopular en Europa, ganó el máximo galardón en la reciente edición del Festival de Cine de Cannes, en Francia.

La compañía Walt Disney se negó a distribuirla, a pesar de que su unidad cinematográfica Miramax realizó la película. El directivo de Disney Michael Eisner dijo que la compañía no quería distribuir un filme que consideró demasiado parcial en pleno año de elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Eisner vendió los derechos de la película a los directivos de Miramax, Bob y Harvey Weinstein, que formaron un consorcio para distribuirla y llevarla a las salas estadounidenses el 25 de junio.

Moore ganó un Oscar en 2002 por su documental "Bowling for Columbine", sobre la matanza de estudiantes ocurrida en la escuela de Columbine, en Colorado, y la facilidad con la que una persona puede comprar armas en Estados Unidos.

En sus declaraciones del martes, Moore vaticinó que "Fahrenheit 9/11" obtendrá tres veces más ingresos que su película sobre Columbine, que logró una cantidad récord para un documental de 21,5 millones de dólares.

Moore dijo a Reuters después que "Fahrenheit" se estrenará el 25 de junio en entre 500 a 1.000 salas en Estados Unidos, una cifra impresionante para un documental.